Golf en Tenerife: Jugar Entre Volcanes, Mar y Sol Todo el Año

Cuando se habla de golf en Tenerife, no se habla solo de campos bien cuidados o de buenas instalaciones. Aquí, el golf se juega en paisajes que cortan la respiración, con vistas al mar, a la sombra de montañas volcánicas y bajo un cielo casi siempre azul. Tenerife se ha ganado su sitio entre los destinos top de golf en España, y con razón: clima perfecto, variedad de campos y un ambiente que invita a tomarse el juego con calma, disfrutando cada golpe.

Una isla diseñada para golfistas

Tenerife cuenta con una geografía única que se refleja en sus campos de golf. La combinación entre terreno volcánico, brisa marina y vegetación subtropical crea recorridos tan exigentes como atractivos. Además, el clima es uno de los grandes aliados: jugar en enero en polo de manga corta no es solo posible, es lo habitual.

La isla alberga varios campos de golf de primer nivel, tanto en la costa sur como en el norte. Algunos han sido diseñados por nombres conocidos del mundo del golf, y otros destacan por su integración con el paisaje natural. Lo que todos comparten es la calidad de sus instalaciones y el entorno que los rodea.

Campos de golf con personalidad propia

Uno de los campos más reconocidos es Golf Costa Adeje, en el sur de la isla. Su recorrido aprovecha antiguas terrazas agrícolas y ofrece unas vistas increíbles al mar. No muy lejos, Abama Golf, en Guía de Isora, eleva el nivel con un diseño técnico rodeado de plataneras y con vistas privilegiadas a La Gomera.

Si te apetece algo diferente, el Real Club de Golf de Tenerife, fundado en 1932, ofrece una experiencia más clásica en un entorno verde y elevado, en el norte de la isla. La altitud y el clima más fresco le dan un carácter distinto al juego.

Y para quienes buscan variedad, están Amarilla Golf y Golf del Sur, dos campos vecinos junto al mar, con diseños muy distintos entre sí, pero igualmente interesantes para quienes quieren combinar técnica y paisaje.

Más que golf: desconexión, confort y buen clima

Uno de los mayores lujos que ofrece Tenerife al golfista es la posibilidad de jugar con tranquilidad, sin prisas, en campos poco masificados y con todos los servicios a mano.

Además, después del golf, la isla ofrece opciones de desconexión para todos los gustos: un vino en una terraza frente al mar, un baño en una cala escondida o una caminata por los senderos del Teide. Tenerife no se vive solo desde el campo: se saborea en cada rincón.

Un destino todo el año 

Tenerife no depende de estaciones para atraer golfistas. Aquí, enero y agosto son igual de propicios para salir al verde. Esta continuidad hace que muchos repitan año tras año, incluso organizando escapadas de invierno para huir del frío peninsular o del norte de Europa.

Además, la isla acoge torneos, clinics y eventos de golf con frecuencia, lo que permite combinar competición, aprendizaje y disfrute en un entorno envidiable.

Jugar al golf en Tenerife es algo más que practicar deporte: es tomarse el tiempo de disfrutar del entorno, del ritmo pausado del sur, de un clima amable y de campos que se adaptan a todos los estilos de juego. Si buscas un lugar donde el golf se combine con paisajes únicos y una experiencia auténtica, la isla te espera con los brazos abiertos y los greenes listos.